A principios de la década de 1980, leí por primera vez las ideas de Kalle Könkkölä (1950-2018, activista de los derechos humanos con una grave discapacidad de movilidad) de que incluso una persona con una grave discapacidad no es discapacitada, si el entorno en el que vive está construido de tal manera que las limitaciones físicas impuestas por su discapacidad no impiden sus actividades en la práctica. Por aquel entonces yo estaba aprendiendo a vivir con mis propias limitaciones físicas, y apenas podía imaginar lo que Kalle quería decir con estas ideas. Ahora que mis limitaciones físicas ya no me dejan muchas opciones y soy completamente independiente sólo en casa, las ideas de Kalle son obvias.
Esto ha quedado cada vez más claro en los últimos meses, cuando he visto las exploraciones del canal de YouTube Bros of Decay de castillos y mansiones abandonados en Europa y América. Los castillos de cuento de hadas, con su mobiliario, vajilla y equipamiento antiguos que valen millones, son innegablemente hermosos de contemplar. Pero sólo funcionaron como entornos vitales mientras sus habitantes pudieron adaptarse a las restricciones de su entorno o emplear sirvientes para compensar sus limitaciones físicas.
Las exploraciones de Bros of Decay han puesto de manifiesto que la accesibilidad no se limita al entorno físico. Los castillos y las mansiones antiguas no son sólo un entorno que constituye una pesadilla para la movilidad. Hay un aspecto espiritual/mental, que es al menos igual de importante. De hecho, es más importante, porque las ideas y actitudes crean el mundo real en el que vivimos.
Imagine que nace en una familia en la que sus padres ya han decidido, posiblemente antes de que usted naciera, con quién se casará. O que tu familia tiene 300 años de historia familiar y tu misión en la vida es mantener las tradiciones, la reputación y el honor de la familia. En los tiempos modernos, nos hemos liberado en gran medida de estas ataduras del pasado y la gente valora su individualidad. Sin embargo, el presentador de los vídeos de Bros of Decay, así como algunas de las conversaciones, a veces glorifican lo maravilloso que debía ser vivir en un magnífico castillo o mansión rodeado de cosas hermosas.
Mucha gente piensa que la arquitectura y el diseño actuales, simplistas y funcionales, son feos. Pero yo creo que no hay nada más bello que un entorno que satisfaga las necesidades de todos, en el que cada uno sea libre de activar sus recursos internos y contribuir constructivamente a la creación colectiva. Ya no estamos encadenados por el pasado en la medida en que lo estuvimos en el pasado, pero la coexistencia pacífica todavía se ve obstaculizada por muchas barreras artificiales. Se trata de falsas suposiciones, percepciones, normas y reglamentos que obstaculizan la cooperación constructiva con tanta eficacia como las barreras físicas. Deberíamos centrarnos en eliminarlas con la misma intensidad con la que eliminamos las barreras al libre comercio.