¿Detendremos el círculo vicioso de la explotación o crearemos una realidad que se ajuste a nuestras preferencias?

La semana pasada vi vídeos de Anneke Lucas, nacida en Bélgica, en los que relata cómo, a los seis años, fue vendida por su madre como esclava sexual a una red internacional de pedofilia, de la que sólo fue liberada a los 11 años. En el primer vídeo que vi, Anneke habla de sus técnicas de supervivencia, lo que significaba principalmente que era una espectadora de sus propias experiencias. Anneke tardó 30 años en recuperarse de su trauma infantil hasta el punto de poder hablar de sus experiencias en público.

Cuando Anneke fue llevada por primera vez a una orgía en un castillo cercano, no tenía ni idea de los antecedentes de sus abusadora. Al principio pensó que eran hippies haciendo el tonto en su frenesí de drogas. Una vez le pusieron un collar de perro alrededor del cuello y le hicieron comer heces delante del público mientras su amo miraba. Esta fue la primera vez que Anneke se enfrentó desafiante a sus abusadora: «¡No podéis hacerme esto!», gritó, «¡Mi padre se asegurará de que todos vayáis a la cárcel!».

Poco sabía ella que esos abusadora que la humillaban pertenecían a la aristocracia (incluso a la realeza) y eran en parte responsables políticos del país. Anneke lo descubrió tras su liberación. Los rostros de sus abusadora se podían encontrar simplemente buscando en Google: Paul Van Den Boeynants, Michel Nihoul, Hans Harmsen, Patrick Haemers …. En una ocasión, sólo tuvo que escribir un país y un año en el campo de búsqueda y encontró a uno de sus abusadora.

Explotación del pueblo

Anneke no destaca sus experiencias traumáticas, pues son sólo experiencias entre otras innumerables. Subraya que todas las personas son igualmente explotadas cuando los responsables de nuestro bienestar se aprovechan descaradamente de la credulidad de la gente. El mundo real se presenta a los ciudadanos como si fuera ficción y la ficción se presenta como realidad. Todos los recursos se utilizan para mantener la verdad oficial ( una mentira).

Los jefes de Estado y las personas en la cima de la política no tienen ninguna intención de mejorar la vida de los ciudadanos. Para llegar a lo más alto de la estructura de poder, una persona debe haber vendido sus principios y valores, en otras palabras, debe ser una prostituta política.

Navegador interno

Lo que más me fascina de la historia de Anneke es como persona impulsada internamente (introvertida), ha creado su propia realidad. No experimentó el amor de sus padres, pero lo sintió con mayor intensidad de su cuidadora. El sentimiento de amor la acompañaba a todas partes y su fuerte conciencia YO SOY la ayudaba a veces a conectar con una conciencia superior, incluso durante experiencias traumáticas.

Anneke dice que no dejaba de preguntarse si existía el amor verdadero. Esta actitud le hizo ver el lado vulnerable de sus agresores. Vivían su propio trauma y buscaban el amor de la forma (aparentemente) más segura, violando a niños. La capacidad de ver la humanidad de sus agresores ayudó a Anneke a mantener sus antenas afinadas y a ser receptiva cuando sus agresores respondían a las necesidades intelectuales de Anneke. En casa, nunca recibió respuesta a sus necesidades intelectuales.

«YO SOY YO» era el mantra personal de Anneke cuando le lavaban el cerebro en el «laboratorio» de Hans Harmsen con tecnología avanzada para convertirla en una esclava sexual de élite: una prueba de que nuestros corazones no se pueden piratear. Un corazón amoroso la ayudó a elegir el curso de acción que le permitiera realizar de la forma más rápida las tareas que le encomendaban, causando el menor dolor y daño. Incluso si se trataba de matar a otro niño o de comer la carne de un niño que había sido asado en el horno. Cuando la torturaban, Anneke era capaz de suprimir parcialmente sus sentidos como un faquir, lo que le impedía sentir dolor físico. Cuando la encerraron desnuda en una carbonera con bichos de aspecto aterrador, no se dejó dominar por el miedo.

Culpa frente a Inocencia y curación

El cristianismo nos enseña que primero debemos «llegar a sentirnos culpables» antes de poder ser limpiados. Dios sólo nos limpia cuando queremos ser limpiados. Anneke cargó con la culpa y la vergüenza de sus experiencias durante décadas. La verdadera curación del trauma comenzó cuando volvió a experimentar su propia inocencia, es decir, cuando se dio cuenta de que en realidad no quería matar a los niños y animales que mató.

Dice que mientras una persona se vea a sí misma como víctima, puede mantener su sentido de la inocencia y la pureza de corazón. El objetivo de los maltratadores era destruir por completo la conexión de las víctimas con su propio corazón. Por lo tanto, se incitaba a los niños a torturarse y matarse unos a otros, creando así un sentimiento de culpabilidad y la percepción de que ellos eran los delincuentes. Los niños eran elogiados por sus «maestros» cuanto «mejor» realizaban sus tareas asesinas.

Queremos preservar nuestra naturaleza pura e inocente, y el miedo a sentirnos impuros y malvados nos hace negar la realidad. Ni siquiera queremos creer hechos puros, porque eso podría trastornar por completo nuestra visión del mundo. Es más fácil tachar a los mensajeros de mentirosos que cuestionar nuestros propios puntos de vista.

En un hilo leí cómo un escéptico exponía su propia opinión sobre la «falta de honradez» de Anneke. Pensaba que la historia de Anneke era como un guión de los narradores de Hollywood, en el que las cosas sucedían milagrosamente y al final un príncipe salvador venía a salvarla de la agonía. Tal vez una persona extrovertida que busca el sentido de su vida fuera de sí misma y reacciona sólo ante los acontecimientos del mundo exterior no pueda comprender que las propias personas se sienten atraídas por las cosas por su energía interior.

Personalmente, creo que eso es lo que ocurrió en el caso de Anneke: el Universo respondió a su grito silencioso. No fue casualidad que uno de los abusadores la ayudara a liberarse de las garras de la red de pedofilia. Pero lo más importante para el rescate de Anneke siguió siendo su propia actitud responsable.

En las décadas que pasaron, Anneke siguió estrictamente las instrucciones de vida que le dio su salvador: nunca te prostituyas, nunca te acuestes con nadie para conseguir nada, evita la adicción a las drogas y al alcohol, nunca compres drogas; puedes consumir drogas ocasionalmente si alguien te las da, pero nunca hagas nada para conseguirlas. Deja atrás tu vida opresiva, nunca hables de tu oscuro pasado con nadie…

Anneke ha creado su vida por su cuenta. Ha elegido a sus propios amigos y seguidores. Tardó 10 años en encontrar un terapeuta dispuesto a escuchar y tratar su trauma.

Muchas personas de éxito oyen a otros decir que es fácil hablar cuando se tiene un sólido apoyo financiero y muchos amigos. Sin embargo, el apoyo externo no sirve de nada a menos que a la persona le haya crecido una columna vertebral y viva bajo la guía de su navegante interior. Nuestro Padre, que ha escrito su ley en el corazón de los hombres, se encargará de que cada uno sea guiado al lugar al que pertenece.