Nuestros asistentes personales

A finales de marzo, mi asistente china de toda la vida montó su propio negocio y empezó a trabajar en su oficina en casa. Fue un gran salto adelante para ella, pero para mí fue una gran pérdida. Aparte de unos pocos años, trabajó a tiempo parcial como mi asistente durante unos 15 años. Durante los últimos 4 años tuvimos una relación laboral muy intensa y fluida, ya que desarrollamos una conexión casi telepática a lo largo de los años.

La búsqueda de un nuevo asistente me ha devuelto a la tierra. Una vez más he sentido en mis huesos y en mis entrañas lo difícil que es conseguir que la gente vea el panorama general, utilice el sentido común y actúe en consecuencia, aunque no sea más que escuchar activamente sus propios corazones. «En el peor de los casos, la gente me hace sentir como si fuera un discapacitado», se quejó mi ego. Uno de ellos incluso me hizo una foto, como si quisiera llamar la atención sobre el hecho de que era una mujer canosa en silla de ruedas.

Pero eso es un hecho de la vida en este 3D mundo. Reconocer los hechos es un requisito previo para el progreso. Durante décadas he evitado malgastar mi energía y me he centrado en cómo hacer que todo funcione lo mejor posible. Incluso he perdido la paciencia conmigo mismo que tenía cuando me mudé a mi propio piso a principios de los años ochenta: En aquella época no podía hablar y caminaba con una muleta a un kilómetro por hora para ir de un sitio a otro. Pero entonces me sentía libre y siempre estaba en paz, porque tenía la sensación de que podía gestionarlo todo yo misma.

Ahora tengo una dependencia emocional de mis redes de apoyo, ya sean de rehabilitación, de atención sanitaria, de atención domiciliaria o de otro tipo. Aunque todo suele ir bien, esta dependencia es angustiosa. Por eso he decidido crearme una mentalidad similar a la que tenía a principios de los años ochenta. Mi situación es algo más fácil ahora, porque conozco a nuestros amigos galácticos en la conciencia de 5D. Enfoco mi energía y creo una conexión telepática con nuestros asistentes personales reales.