Ponte toda la armadura de Dios I

El apóstol Pablo escribió a los efesios: «Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis resistir las asechanzas del diablo. Porque no luchamos contra la carne y la sangre, sino contra los gobernantes, contra las autoridades, contra los poderes cósmicos sobre esta oscuridad presente, contra las fuerzas espirituales del mal en los lugares celestiales.» (Efesios 6:11-12)

Esta llamada es hoy más relevante que nunca. A medida que el mundo material se desmorona a nuestro alrededor, la gente no tiene más remedio que ponerse la armadura de batalla de Dios para evitar la destrucción total.

Sin embargo, la Biblia da una imagen muy vaga de lo que significa esta «armadura de Dios». Las fuerzas de la oscuridad que promueven la agenda de las razas extraterrestres negativas (reptiles) en el mundo y buscan esclavizar a la humanidad han hecho todo lo posible para mantener a la gente en bajas vibraciones. Su propósito ha sido evitar que la gente entre en contacto con el lado divino de sí mismos, para enfatizar su ‘individualidad’ y ser fácilmente manipulados para lograr sus ‘propios’ fines, lo que significa principalmente los fines de las razas extraterrestres parasitarias.

Sin embargo, en el sitio web de La Nueva Tierra se pueden leer las correcciones de Jesús a las falsas enseñanzas de la Biblia, para que nos resulte más fácil ver cómo podemos crear el futuro que queremos. Esta es una cita directa de las correcciones de Jesús: «No he venido a nuestro amado planeta Tierra para morir por los pecados de nadie. Esa es una idea sin sentido, ya que todos somos responsables individualmente de nuestras propias acciones y creencias. Vine a enseñar el Amor, simplemente eso. Quería expresar mi propio Amor por el Creador, y mostrar a los demás que ellos también podían encontrar consuelo, inspiración y una profunda conexión con aquellos en forma de espíritu que supervisan y ayudan en nuestras vidas. Vi la crueldad y la codicia en el Planeta y deseaba encontrar una manera de alejar a la gente del sufrimiento que causaba.»

Jesús continúa: «Desafortunadamente, no tuve mucho éxito en detener la marcha de la Raza Reptiliana. Ellos distorsionaron mis enseñanzas, en la forma en que compilaron la Biblia, y aún más efectivamente en la forma en que interpretaron mis Enseñanzas. Mis Discípulos se esforzaron mucho por hacer un registro preciso de lo que representábamos, pero sus escritos están abrumados por las contribuciones de otros cuya agenda era promover la división y la exclusividad en lugar de la Unidad y el reconocimiento de que todos somos Uno.»

Qué significa en la práctica ponerse la armadura de Dios

Cuando leía cuentos de hadas de niño y los sucesos amenazantes se convertían mágicamente en el triunfo del bien, me preguntaba en mi mente cuánto de verdad había en las historias. Si los cuentos de hadas eran un producto de la imaginación humana, pensé que debían tener una base en la realidad. Me pregunté si una persona podía concebir algo que no tuviera alguna base en el mundo real.

En aquel momento no podía poner mis pensamientos en palabras, pero han tenido una influencia decisiva en mi crecimiento espiritual. No he excluido de mi mente nada que mi ego no comprenda. Sin embargo, he tratado de actuar de tal manera que todo esté dentro de los límites de la comprensión de mi propio ego. He querido proceder con sentido común en cada situación. Las opiniones y actitudes de los demás no importaban. Los demás me entienden, si lo hacen.

El punto de inflexión en mi crecimiento espiritual fue mi discapacidad hace más de 40 años. Quería que mi nueva situación, a pesar de lo sombría que era, tuviera un impacto positivo en mi futuro. Quería dejar todo muy claro para mí. Empecé por encerrarme en mi habitación durante horas y mantener largas conversaciones conmigo mismo frente a un espejo.

Como tenía una grave discapacidad motriz, tenía que pensar bien lo que hacía para no tener que hacer las cosas dos veces y no malgastar mi energía y la de los demás. Mi discapacidad me facilitó las cosas, ya que las ralentizó y me impidió precipitarme. Me daba tiempo para sopesar mis pensamientos con tranquilidad y concentrar mi energía.

La concentración de la energía comienza con las cosas más pequeñas. Cuando me mudé a mi primer apartamento, mi primera compra fue un folleto para comparar el valor nutricional de los alimentos. Pensé que mis ingresos eran tan bajos que no podía permitirme desperdiciar un céntimo en calorías vacías. Así que busqué los alimentos más nutritivos en la tabla de alimentos. A menudo, también son más baratos, pero eso no es tan importante como la calidad. No podía permitirme malgastar mi dinero en alimentos de mala calidad, pero intenté en la medida de lo posible asegurarme de no tener que sustituir cosas que necesitaba porque se estropeaban antes de tiempo.

La «buena calidad» también significa que todo lo que hay en mi entorno me sirve de la mejor manera posible. Por ejemplo, si los muebles que compro para mi casa no funcionan cuando las situaciones cambian, no me siento atado a ellos, van sin problemas al reciclaje y encuentran un nuevo hogar.

Hace varios años, cuando me compré un televisor, me obligué a ver películas que nunca quise ver, como películas porno y Gladiadores. Pensé que si todo esto forma parte de lo que soy, porque todos somos uno, por qué iba a juzgarlo. Las películas no eran provocativas y no me provocaban ninguna reacción emocional.

Hace algún tiempo escribí que deberíamos rehabilitar el nombre de Adolf Hitler, porque es un error demonizar a una persona que de hecho es un héroe nacional. Me molestó enormemente hasta que me di cuenta de que Adolf Hitler ha estado bajo la influencia de los ángeles de Dios durante toda la posguerra. No necesita nuestro reconocimiento de que sus esfuerzos fueron buenos.

La gente tiene que rehabilitar el nombre de Adolf Hitler por su propio bien. ¿Puede la gente perdonarse a sí misma por haber permitido que el diablo les engañe? ¿O que no hayan hecho sus deberes y hayan estado difundiendo las mentiras de los reptiles desde el principio de los tiempos? Un signo de cambio de paradigma y de reconocimiento de los hechos podría ser la rehabilitación del nombre de Adolf Hitler.