Hace 45 años, en la víspera de Año Nuevo, tuve un derrame cerebral y después de una semana en coma me encontré en el hospital totalmente paralizado y sin poder hablar. Después de medio año de tratamiento hospitalario, conseguí un lugar en un centro de rehabilitación. El frío invierno y la Estrella de Navidad floreciendo en el alféizar de la ventana de la sala de pacientes del hospital fueron reemplazados por la vista de un parque verde. Me senté en una silla de ruedas y aún no podía hablar. Al pensar en mi futuro, no podía ver nada. Al pensar en mí mismo, surgió una pregunta en mí: «¿Quién soy yo?»

He creído que las últimas décadas ya me han mostrado quién soy. Pero cuando me siento junto a mi escritorio ahora y pienso en mi futuro, siento que estoy buscando un nuevo camino de rehabilitación y surge una pregunta en mi mente: «¿Quién soy yo?»

La pregunta no contiene la ansiedad de hace 45 años, cuando tenía menos de veinte años y carecía de una perspectiva más amplia de la vida. Más bien surge de pura curiosidad. También contiene una pregunta: «¿Quién quiero ser?»

La respuesta es importante porque determina quién me convertiré. En otras palabras: ¿cómo comenzaré a realizarme a mí mismo? Ya he logrado más de lo que consideraba posible con mis recursos y estoy agradecido por todo, pero siento que me he quedado atascado en mi vida. Estoy atrapado en mis prácticas. O más bien, me he encadenado a algo que me impide experimentar la vida en toda su plenitud como me gustaría. Las experiencias pasadas parecen irrelevantes. Siento que tengo que dar un salto cuántico, un enorme salto para crear un futuro satisfactorio.

Hace más de 30 años, comencé a escribir un libro sobre mis experiencias con el nombre inicial de Glow in the Darkness (Resplandor en la Oscuridad). Escribir fue una terapia para mí, pero mi propósito inicial era compartir mi experiencia con los demás. Ahora que estoy comenzando un nuevo camino de vida, continúo mis escritos en este blog bajo el mismo nombre que mis escritos anteriores.

Siempre he intentado ver todo lo más objetivamente posible y he analizado mis pensamientos a nivel teórico sin mezclar demasiadas emociones en ellos. Debido a esto, también me he visto a mí mismo desde el punto de vista de un extraño. Soy algo extraño incluso para mí mismo. De ahora en adelante, quiero mirar hacia adentro, familiarizarme con mis emociones: dejar que los sentimientos me digan lo que pienso y quiero. Dejar que den alas a los pensamientos y ayuden a mí y a otros a liberarnos de una forma de pensar bloqueada y crear energía positiva.

Vídeo:

Enigma – Beyond The Invisible