Resonancia – poderosa fuerza divina

Cuando estuve en China en 2005, me enteré de un fenómeno de resonancia de lo más extraño al ver un programa de televisión que hablaba de una «casa fantasma». Se trataba de un edificio de apartamentos nuevo, en el que la gente notaba al mudarse que las lámparas que colgaban del techo y otros objetos colgantes y, por ejemplo, el agua de un acuario, oscilaban rítmicamente de un lado a otro. Las autoridades y los ingenieros estaban desconcertados sobre la causa del fenómeno y, tras varias etapas de investigación, encontraron a unas manzanas de distancia una planta de procesamiento de piedra, donde la máquina funcionaba paralelamente al movimiento de vaivén de las lámparas colgantes del techo de la «casa fantasma».

El programa estaba en chino y no entendí muy bien la causa del fenómeno ni cómo se resolvió el problema . Sin embargo, el caso me ha venido a la mente de vez en cuando al ver vídeos de YouTube sobre el fenómeno de la resonancia. Tras contarle la historia a mi ayudante china, encontró un artículo sobre un fenómeno similar ocurrido en Shanghái en 2014.

También en este caso, el problema se descubrió cuando la gente ya se había mudado y empezado a decorar sus casas. Los objetos colgantes se balanceaban, los aparatos de medición de los decoradores funcionaban mal y la gente se mareaba. Había grietas en las paredes. Alguien tuvo náuseas y pensó que estaba embarazada.

Al principio se pensó que el edificio no cumplía las normas de construcción. Sin embargo, tras una inspección minuciosa, quedó claro que los problemas no se debían a negligencia. Los edificios que presentaban problemas formaban parte de un grupo de varios edificios y sólo dos de ellos tenían problemas.

Resultó que la casa vibraba, y las vibraciones no estaban causadas por un terremoto. Las vibraciones eran causadas por una planta de procesamiento de piedra situada a tiro de piedra, cuya maquinaria funcionaba a la misma frecuencia que la casa. El edificio dejaba de vibrar cuando se apagaba la máquina, y volvía a hacerlo cuando empezaba a trabajar en la fábrica y se encendía la máquina.

No sé cómo se ha resuelto el problema o si ha habido alguna solución. Según el artículo, las opciones parecían escasas. Una solución era trasladar la planta de tratamiento de piedra a un nuevo emplazamiento.

Cuando la forma o el caos se apoderan de la materia

En el enlace de vídeo «Sound Vibration Creates Form» debajo de este artículo David Icke dice que «en el principio era la palabra y la palabra era sonido». Esta frase es una variación del versículo inicial del evangelio de Juan en la Biblia, que suena en su conjunto así: «En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios».

En la Biblia, la palabra no significa la expresión verbal que utilizamos para comunicarnos entre nosotros, sino la vibración electromagnética, que es la fuerza motriz de todo en el campo cuántico, la matriz divina en la que vivimos.

Con nuestras acciones, podemos crear orden y armonía o desorden, caos y disonancia. La energía que producimos puede provocar la curación interna de nosotros mismos y de los demás o derrumbar nuestro propio orden o el de los demás. El sexto capítulo de Josué, en el Antiguo Testamento, cuenta cómo los israelitas consiguieron derribar los muros de Jericó recorriéndolos durante una semana, llevando el Arca de la Alianza y tocando trompetas de cuernos de carnero. El Nuevo Testamento cuenta los milagros de Jesús y la omnipotencia del amor.

Cuando pensamos en icebergs que se derriten y colapsan, relacionamos el fenómeno con el calentamiento global. Sin embargo, la erosión y el desplome de las montañas no se limitan a los icebergs. Podemos ver desplomes de montañas y corrimientos de tierra en los Alpes y en todo el mundo. Esto puede deberse a un cambio en la frecuencia vibratoria de la Tierra (resonancia Schumann), más que al cambio climático.

Lo que es común a todo es que la resonancia puede ser nuestra derrota o nuestra victoria. La cimática, la influencia de las ondas sonoras sobre la materia, sigue siendo un campo de la ciencia bastante inexplorado. La mayoría de los problemas del mundo se deben a esto: en general, la gente no utiliza conscientemente las posibilidades de la energía electromagnética y su resonancia. Actúan en muchos aspectos contra las leyes de Dios, las reglas del mundo cuántico.