NOKIA -Conectando personas
El Presidente finlandés Alexander Stubb declaró en una entrevista publicada por Bloomberg el 3 de julio que Rusia depende actualmente tanto de China que una llamada telefónica del Presidente Xi Jinping resolvería la crisis entre Ucrania y Rusia. Declaraciones como ésta ya ni siquiera me irritan. Alexander Stubb es una cabeza parlante entre otros políticos mundiales, y nadie tiene el poder político para detener lo que está sucediendo en el mundo tridimensional según las reglas actuales.
El señor Stubb seguramente es consciente de que Finlandia no puede abandonar la OTAN, ni la Unión Europea, aunque así lo decidan en vida el actual Gobierno, el Parlamento y todos los presidentes finlandeses. El mundo sigue gobernado por las mismas fuerzas que contribuyeron a la destrucción de civilizaciones pasadas. La diferencia es que hoy esas fuerzas negativas ya no tienen ningún poder real. Intentan ganar tiempo y aferrarse a su aparente poder durante el mayor tiempo posible. Sin embargo, la humanidad ha conseguido elevar su conciencia y la frecuencia vibratoria de su energía hasta tal punto que las fuerzas negativas ya no son dominantes.
Las energías de la oscuridad no tienen poder creativo. Tratan de mantener al hombre en las garras del miedo a nivel de la conciencia del ego, porque ellas mismas operan en la misma frecuencia vibratoria. No tienen la capacidad de elevar su frecuencia vibratoria. Al elevar su propia frecuencia vibratoria, el hombre puede desprenderse de estas fuerzas parasitarias. La manera de elevar la frecuencia vibracional es que la gente salte por encima de su sombra, de su ego. En la práctica, esto se hace, por ejemplo, mediante la meditación, por la que damos el control al navegador interior, que es el sistema de guía divino del ser humano y su centro de mando es el corazón. El campo electromagnético del corazón tiene una influencia infinita sobre la materia y el campo energético exterior a nuestro cuerpo.
No necesitamos esperar a que los políticos arreglen el caos del mundo. El mundo 3D no puede arreglarse, porque ha funcionado exactamente como se pretendía que funcionara. Ya no sirve a la humanidad, así que la gente debe encontrar formas de crear un nuevo mundo que satisfaga nuestras necesidades despiertas. La situación es comparable a lo que me ocurrió a mí hace 45 años, cuando me quedé físicamente paralizado. Al principio, la situación parecía desesperada. Echaba de menos mi capacidad de funcionar y la forma en que solía hacer las cosas. Al cabo de uno o dos años, me di cuenta de que las nuevas formas de hacer las cosas habían establecido una nueva normalidad. Cada uno de nosotros tiene el poder, con una llamada telefónica, de conectar con su navegador interior y cambiar el rumbo de su vida.